La flora intestinal juega un papel esencial para mantener la salud en condiciones óptimas. Además, una población saludable de bacterias benéficas mantiene el sistema inmunológico en buen estado de funcionamiento. Si el porcentaje positivo-nocivo de los microorganismos intestinales se desequilibra, la mascota desarrollaría síntomas gastrointestinales y un incremento en la propensión a enfermedades.
Estudios han demostrado que los animales criados sin bacterias benéficas en el intestino, o con un desequilibrio entre las bacterias intestinales buenas y malas, corren un mayor riesgo de enfermedad.